Esta semana les recomendamos el texto:
Señoras, Señores:
Es mi intención abarcar esta noche asuntos de verdadero interés y de gran
trascendencia para aquellos que han procurado estudiar y dominar principios que se encuentran velados al común de los hombres.
Voy a sacudir el polvo de escritos antiquísimos para beber en sus fuentes aquellos conocimientos y teorías que como verdaderas preseas conservaron los antiguos para labrar con ellos la felicidad de los pueblos actuales, cimentando la civilización. Os pido y apelo a una de las virtudes más caras, la tolerancia: evitemos el prejuicio; aprendamos a apreciarlo todo, incluso nosotros mismos, en su verdadero valor.
Una persona que procura despreciar a otra a quien cree que le es superior, es un necio; y quien reverencia a otro, que le es inferior, es mentalmente ciego. No es, señores, suficiente reconocer el valor de una cosa, sino que se ha de utilizar su valor; de otra manera será semejante a un tesoro escondido en las bodegas de un avaro. Este principio me hace presentar como popularizador del Hermetismo, no temiendo al resultado, sí me ka de ser adverso.