Esta semana les recomendamos el texto:
Al aproximarse el estudiante al estado en que está preparado para ser admitido como discípulo de un Maestro, éste lo pone ordinariamente «a prueba»; lo cual quiere decir que lo someterá, por algún tiempo, a estrecha observación. El Maestro hace lo que se llama una «imagen viviente» del pupilo bajo probación, o sea, una reproducción exacta de los cuerpos causal, mental, astral y etérico del pupilo.
El Maestro mantiene la imagen donde pueda examinarla fácilmente y la pone en relación magnética con el pupilo, de manera que toda alteración en pensamiento y en sentimiento en éste se reproduzca fielmente en la imagen. El Maestro examina diariamente la imagen y de esta manera obtiene, con la mayor facilidad, un registro absolutamente exacto de los pensamientos y sentimientos de su pupilo en perspectiva, lo cual le permite decidir el momento en que puede establecer una relación más íntima, o sea, la condición del discípulo aceptado.