Esta semana les recomendamos el texto:
Con cinco dedos en cada mano y un propósito invariable, ningún niño, por menesteroso que sea, debe desmayar. Pan y fortuna hay bajo el manto del cielo azul para todo joven que con habilidad y energía sepa aprovechar las ocasiones. No importa que haya nacido en choza o en palacio, porque si firmísimamente se resuelve a un propósito, ni hombres ni diablos serán capaces de vencerle.
Los niños desvalidos – Orison Swett Marden