Texto Recomendado de la Semana


Esta semana les recomendamos el texto:


Nunca se insistirá bastante en el hecho de que no ocurre cambio repentino alguno en el hombre al morir; por el contrario, se mantiene, después de la muerte, exactamente como era antes, excepto que ya no posee un cuerpo físico. Posee la misma inteligencia, la misma disposición, las mismas virtudes y los mismos vicios. La pérdida del cuerpo físico no lo convierte en un hombre distinto, como tampoco cambia al quitarse el sobretodo. Además, las condiciones en que se encuentra son las que él mismo ha creado con sus pensamientos y deseos. No hay ni recompensa ni castigo de afuera, sino las consecuencias de lo que haya hecho. dicho y pensado, mientras vivía en el mundo físico.

Durante la vida física, como ya hemos visto, la calidad del cuerpo astral, que el hombre se forma, la determinan directamente sus pasiones, emociones y deseos, e indirectamente sus pensamientos, y también sus hábitos físicos, alimentos, bebidas, limpieza, continencia, etc. Un cuerpo astral grosero y burdo, resultante de una vida de la misma calidad, hará que el hombre responda únicamente a las vibraciones más bajas; de manera que, después de la muerte, quedará sujeto al plano astral durante el prolongado y lento proceso de desintegración del cuerpo de esa materia.